Comportamiento estructural de vigas de hormigón con armaduras corroídas

La corrosión de las armaduras es una de las causas principales que induce un deterioro prematuro de las estructuras de hormigón y reduce su vida residual. Este artículo resume los resultados obtenidos en un estudio realizado con vigas de hormigón con armaduras corroídas, dentro del proyecto Brite-Euram, BE-4062, en el que se han desarrollado modelos para evaluar estructuras afectadas por corrosión del acero y por otros mecanismos de deterioro. Las armaduras se corroyeron de forma acelerada mediante la adición de cloruro cálcico al agua de amasado y la aplicación de una densidad de corriente unas diez veces el valor de la intensidad de corrosión medida en estructuras de hormigón altamente corroídas. Se ha observado que la corrosión genera un aumento de la flecha y del ancho de las fisuras bajo la carga de servicio y reduce la capacidad portante de las vigas dañadas. Además, modifica el tipo de rotura en vigas de hormigón con cuantías de armadura habituales. Mientras las vigas sanas fallaron a flexión, las vigas deterioradas fallaron a esfuerzo cortante. Los daños más significativos detectados, han sido la formación de picaduras en los cercos y la fisuración y desprendimiento del recubrimiento de hormigón. Puede predecirse un valor conservador del momento flector último y del esfuerzo cortante último utilizando los modelos convencionales de hormigón armado como los contenidos en el Eurocódigo-2 y considerando las secciones reducidas del acero y del hormigón dañadas por corrosión de las armaduras.