Daños estructurales producidos por el terremoto de Kocaeli, Turquía, del 17 de agosto de 1999

El terremoto de Kocaeli, ocurrido recientemente en Turquía, ha producido uno de los desastres naturales más graves del Siglo XX. Se puede concluir de manera preliminar que este sismo afectó principalmente edificaciones construidas en los últimos veinte años, a lo largo de una prospera franja industrial y turística de no más de 15 kilómetros a cada lado de la traza de la falla geológica de Anatolia. Miles de edificios entre cuatro y ocho pisos colapsaron, causando la muerte de un número aún desconocido de personas y que podría superar los 30.000. Los centros urbanos más afectados han sido Yalova, Golcük y Adapazan. En este último, se produjo la licuefacción del suelo en un área extensa, lo que significó que muchas edificaciones se hundieran, se inclinaran o incluso volcaran. Los daños en las construcciones se deben en su mayoría a deficiencias en la práctica de la construcción (configuraciones estructurales desaconsejadas, inadecuada realidad de los materiales, incorrecta disposición o detallado del acero de refuerzo) junto con la falta de control. Se pudo verificar que las dimensiones de los pilares y de las vigas han sido insuficientes y que la mayoría de las configuraciones del entramado estructural no obedecen a sistemas estructurales adecuados para zonas sísmicas, aunque Turquía ha contado desde hace varias décadas con normativas de construcción reconocidas a nivel internacional por su adelanto técnico. La manera frágil y súbita del fallo de muchas de las estructuras ubicadas en esta zona ilustra que la existencia de disposiciones sismorresistentes no es una garantía de seguridad por si sola, si no se cumple y aplica dicha normativa y si no hay ética en los profesionales; situación que se repite aparentemente en muchos lugares del mundo.